CONCURSO DE ACREEDORES
El concurso de acreedores es un procedimiento judicial al que se pueden acoger las empresas ante una situación de insolvencia y falta de liquidez, es decir, cuando se hallan en una situación en la que no pueden atender los pagos a sus acreedores.
Este procedimiento persigue, por una parte, que los acreedores puedan cobrar, y por otra, la búsqueda de soluciones para conseguir la continuidad del negocio y evitar la quiebra.
Puede ser aplicable tanto a una persona física, como a un autónomo, como a una persona jurídica, tanto pymes como grandes empresas. La mayoría de concursos de acreedores solicitados en España son de empresas.
Una vez que la empresa se declara en concurso de acreedores las deudas e intereses quedan suspendidos hasta la resolución final del proceso. Mientras tanto la empresa puede continuar la realización de su actividad económica de forma normal.
La declaración de una empresa en concurso de acreedores NO extingue de manera automática la relación laboral, sino que, mientras exista actividad y no se comunique lo contrario, el personal debe continuar trabajando y la empresa pagar los salarios.
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Este proceso concursal puede tener dos objetivos distintos, siempre salvaguardando la responsabilidad personal y patrimonial de los administradores:
- la supervivencia y viabilidad de la empresa
- o bien su liquidación y disolución
La Ley establece la obligación de solicitar el concurso en el plazo máximo de dos meses desde que se conoce la situación de insolvencia, estableciendo la diferencia con lo que puede ser un “bache temporal”. Una demora injustificada en la solicitud puede derivar en tu responsabilidad personal y patrimonial.
Así pues, se exige que el deudor padezca una situación de insolvencia que le imposibilite cumplir con sus obligaciones con regularidad. Esta situación comprende la que atraviesan muchas empresas que, incapaces de satisfacer sus deudas, acuden a los bancos para pedir préstamos con el fin de pagarlas.
La solicitud del concurso puede ser voluntaria, cuando es realizada por la persona responsable de la sociedad, o forzosa, cuando la solicita un acreedor.
El concurso de acreedores voluntario, si se gestiona bien, puede durar unos pocos meses, hasta que la situación de solvencia de la empresa mejore.
Hay negocios que remontan tras el recurso, este procedimiento es algo habitual en el mundo de los negocios y en otros países forma parte del aprendizaje para acabar teniendo éxito con una empresa.
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